El estado, de forma lenta y progresiva ha venido disminuyendo la inversión pública en sectores estratégicos como la educación, la salud y la infraestructura, decisión que no es otra cosa que una estrategia de negocios muy bien concebida en el mediando y largo plazo.
Quebrar hospitales significa la muerte de muchas personas, pero una gran oportunidad de negocios para una EPS privada que montará una clínica privada que le dará grandes réditos económicos.
Desfinanciar una universidad pública hará que las universidades privadas tengan mayores oportunidades. Igual sucede en lo colegios. Conseguir un cupo en una universidad pública o en un colegio público puede ser una odisea, pero claro, para eso están las instituciones privadas ofreciendo esos cupos que el estado no ha podido (¿querido?) ofrecer.
Dejar de construir carreteras hará que sea necesario entregar la construcción de las mismas a concesiones privadas que la explotarán con peajes cada cuántos kilómetros y con mínimo mantenimiento.
Sin duda que el detrimento y desaparición de lo público hará que la oferta privada en el sector respectivo crezca, y cuando esta sea la única, o la mayoritaria, es cuando ha llegado la gran oportunidad de los empresarios que durante años labraron pacientemente. Es hora de cosechar lo que sembraron.
Que el estado deje de ofrecer esto o aquello no es cuestión de crisis, es el resultado de algo premeditado en pro de la privatización y control privado.
Quebrar hospitales significa la muerte de muchas personas, pero una gran oportunidad de negocios para una EPS privada que montará una clínica privada que le dará grandes réditos económicos.
Desfinanciar una universidad pública hará que las universidades privadas tengan mayores oportunidades. Igual sucede en lo colegios. Conseguir un cupo en una universidad pública o en un colegio público puede ser una odisea, pero claro, para eso están las instituciones privadas ofreciendo esos cupos que el estado no ha podido (¿querido?) ofrecer.
Dejar de construir carreteras hará que sea necesario entregar la construcción de las mismas a concesiones privadas que la explotarán con peajes cada cuántos kilómetros y con mínimo mantenimiento.
Sin duda que el detrimento y desaparición de lo público hará que la oferta privada en el sector respectivo crezca, y cuando esta sea la única, o la mayoritaria, es cuando ha llegado la gran oportunidad de los empresarios que durante años labraron pacientemente. Es hora de cosechar lo que sembraron.
Que el estado deje de ofrecer esto o aquello no es cuestión de crisis, es el resultado de algo premeditado en pro de la privatización y control privado.
Fuente: Gerencie.com
Asesorias Contables
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