lunes, 12 de marzo de 2012

En el emprendimiento las cosas pueden salir bien o mal

Cuando se desarrolla un emprendimiento las cosas pueden salir bien o mal, o tal vez un poco bien, o un poco mal. Eso hay que tenerlo claro.


Iniciar cualquier proyecto implica hacer una inversión. Asumir un costo de oportunidad. Asumir un riesgo. No se sabe cuál será el resultado, y se ha de ser negativo, lo que sucederá al fracaso hay que tenerlo claro desde un comienzo.

Cuando se inicia un proyecto, habrá que invertir dinero, mucho o poco dependiendo del tipo de proyecto. Pero demás hay que invertir tiempo, tiempo que incluso puede tener un gran efecto negativo en las relaciones familiares y sociales. Quizás habrá que endeudarse. Habrá que dejar de gastar en muchos aspectos. La libertad financiera no será la que se tenía cuando se devengaba un sueldo constante y fijo cada mes.Cuando se emprende, hay que renunciar a otras cosas, y si el proyecto termina mal, hay que saber asimilar el costo de oportunidad que se asumió. Algunos dejan un buen empleo. Otros dejan de buscarlo. 

Se decide invertir en uno y no en otro proyecto. Si se fracasa, ello puede llevar a un estado de culpa y recriminación, o de lamentación, situaciones estas que resultan fatales para cualquiera que se pretenda emprendedor.Emprender es asumir riesgos. Es apostar, y aunque muchas variables pueden ser controladas, otra no, o el control puede ser equivocado. Nada garantiza el resultado final. Eso hay que tenerlo claro. Y todo lo invertido, tanto en dinero, como en tiempo y sacrificio familiar y social, será una pérdida total, aunque ello puede tener una gran capacidad formadora y forjadora. De los errores se aprende, pero se aprende sólo si desde un comienzo se tiene claro que la cosas, así como pueden salir bien, pueden salir muy mal.

Si el proyecto funciona, se conseguirá una gran satisfacción. Sino funciona, se conseguirá una frustración que será mucha o poca dependiendo de la preparación previa del emprendedor. Quien sabe lo que hace, y sabe en lo que se mete, asimilará cualquier frustración y saldrá fortalecido de ella, y esa es la idea, que si se fracasa, ese fracaso sea una forma de aprender y no un punto final en la vida del emprendedor.

Fuente: Gerencie.com

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